Sí, dar demasiado muchas veces se convierte en un problema. Es cierto que dar es bonito (por cierto, la palabra “dar” en ruso, tal como suena, significa “don” o “regalo”). Y todos sabemos que lo ideal es dar sin esperar nada a cambio. Esto puede aplicarse a relaciones familiares, de pareja, incluso con tus clientes.
Las consecuencias de esta falta de equilibrio pueden ser muchas: desajustes emocionales, sentirte vacío en una relación del tipo que sea (profesional o personal), incluso puedes llegar a enfermar.
La baja autoestima nos impulsa a pensar que somos menos que los demás, que merecemos menos o que no nos merecemos lo que nos corresponde.
Por eso cuando alguien nos da algo, queremos corresponder muchísimo a esta otra persona, pues creemos que nos ha dado demasiado.
Tal vez muchas veces nuestro problema puede ser que estemos enganchados a dar. Suele pasar mucho por ejemplo con las madres que lo dan todo por sus hijos, que se desviven por ellos y se olvidan de sí mismas para mimar y proteger a sus hijos. Pero eso tampoco es sano, especialmente cuando los hijos ya no son tan pequeños y pueden perfectamente valerse por sí mismos.
También esto se traslada en el ámbito de la pareja el dar, para no perder el ser amado, por el temor que si dejamos de dar esa persona se apartara, los abandonara, pueden convertirse en gente tóxica, pues son los que inician este juego de la balanza desequilibrada.
Esto causa la necesidad de ser aprobada/o por los demás que esconde el miedo al rechazo.
Uno no puede ayudar al otro si hay una resistencia al cambio interna, aunque de forma consciente nos diga que quiere mejorar su vida o solucionar sus problemas.
¿Cómo puedes saber que estás involucrado en eso de dar? Muy fácil. La respuesta está en analizar qué necesidades y sobre todo cuántas necesidades cubres con el hecho de dar.
6 Necesidades Humanas
- Seguridad / control
- Variedad / diversión / aventura
- Amor / conexión con otras personas
- Importancia / autoestima / orgullo
- Crecimiento
- Contribución
Dar es positivo. Ayudar es la finalidad del ser humano. Contribuir te hace sentir mejor persona. Como ves, son creencias positivas que no deberíamos eliminar de raíz, pero sí matizar hasta qué punto dar es siempre positivo, hasta dónde debo llegar, preguntarte si no estarás tal vez dando demasiado y rompiendo el equilibrio en tu vida.
Pero también puede haber creencias limitadoras como Si no ayudo a mi familia, soy egoísta. Si digo que no, me despreciarán y me rechazarán. Para merecer algo, debo dar mucho primero. Si no prestas ayuda al otro, eres mala persona.
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