La angustia interior es como un remolino que nos atrapa. Nos aprisiona desde el interior llenándonos de miedo, de ansiedad, inquietud y hasta de una tristeza indefinible. Se trata de un montón de emociones adversas que originan no solo un característico malestar psíquico, sino que además sus síntomas físicos pueden llegar a ser realmente limitantes.
Si hay algo que prolifera entre nosotros es la ansiedad y la angustia emocional, sobre todo en momentos limitantes o en los cuales no vemos soluciones, por determinados bloqueos internos.
La presión de nuestro entorno para que destaquemos y alcancemos el triunfo, se nos introduce de forma muy temprana en la cultura de que hay que hacer muchas cosas a la vez y en poco tiempo.
Es la ley de la selva donde no todos sobreviven ni se integran siendo efectivos, donde es frecuente que dar atrapados en la angustia o en la opresión que produce sufrimiento.
Diferenciemos la angustia de la ansiedad:
- La angustia emocional nos paraliza. Mientras que la ansiedad tiene por lo general, un componente nervioso y activador, la angustia es como un bloqueo ante la incertidumbre, hacia un algo que no podemos controlar o prever.
- Cuando surge esta sombra, la preocupación se intensifica, se torna obsesiva, surgen los pensamientos catastróficos y la desesperación.
- Hechos, como afrontar un examen, tener que tomar una elección, aguardar una respuesta o un acontecimiento o incluso tener que afrontar algo para lo que no nos sentimos capacitados, suele generar angustia.
- Asimismo, existen estudios que nos señalan que hay personas con mayor predisposición a experimentar angustia.
- La angustia emocional además, cursa con abundantes síntomas físicos: mareos, problemas digestivos, presión en el pecho, cansancio, tensión muscular.
- Poetas, escritores y pintores canalizaban su angustia a través del arte. Ahora bien, la mayoría de ellos experimentaban angustia existencial. Esa sensación recurrente en el ser humano, ya que rara vez nos podremos despegar del todo de ese vacío comprensible cuando ponemos la mirada en nosotros mismos y en nuestro futuro. Sin embargo, en el momento en que esa sensación, esa emoción, nos bloquee y nos arrincone en la esquina de la indefensión, deberemos actuar.
Una alternativa para trabajar estos estados de angustia interior podría ser la Biodescodificacion o la Limpieza y reprogramación de Memoria Celular, las terapias florales como por ejemplo las Flores de Bach y también las Regresiones. El beneficio de estos marcos es múltiple. Por un lado podremos reducir y trabajar nuestra ansiedad, los pensamientos negativos, las emociones adversas que nos bloquean. Por otro, llegaremos a la raíz del problema. Cambiaremos nuestra visión de lo que nos rodea para sentirnos más capacitados y responsabilizarnos de nosotros mismos en un mundo siempre complejo, siempre demandante.
Es importante poder reconocer y aceptar nuestra ansiedad o angustia interior. Para ello es importante analizar su veracidad, cuestionándonos honestamente, qué tan real y objetivo es lo que estamos pensando.
“La angustia, al igual que otros estados psíquicos que producen sufrimiento, como la tristeza y el sentimiento de culpa, constituyen una pugna normativa de lo esencialmente humano”.
Mario Benedetti
Elizabeth Tarot y Terapias Alternativas
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